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El miedo a la maternidad (segunda parte)


Si hace unos días os contaba cómo fue el miedo a la maternidad con mi primer hijo, en mi segundo embarazo, los miedos más importantes que llegaron a aparecer durante el primero se disiparon, sin embargo, aparecieron otros. ¿Qué es lo que nos pasa cuando está en camino nuestro segundo hijo?, fue una de las preguntas a las que tuve que hacer frente en ese momento tan importante de mi vida. 

En mi caso fue una inmensa alegría, pero de nuevo el temor me invadió, tuve miedo a perder ya mi vida casi ordenada con un niño de 6 años. También me temía, ahora creo que de forma estúpida, si iba a querer, o no, a mi segundo hijo igual que al primero. Con el tiempo me di cuenta de que sí, puedo afirmar que el amor por los dos es inmenso.

También recuerdo tener miedo a no saber organizarme, a no saber si iba a poder darles el tiempo que necesita cada uno, y si eso afectaría, como consecuencia, a mi hijo mayor. Volver a vivir esas noches sin dormir, la vuelta de los pañales, biberones...  

Una vez que nuestros pequeños nacen, sorprendentemente, esos miedos absurdos desaparecen y te inunda una gran felicidad, vuelves a aprender poco a poco de tus propios errores y experiencias, porque cada maternidad es única y cada hijo también. Aunque, en esta ocasión conté con la inestimable ayuda de mi primer hijo, que siempre ejerce de un gran hermano mayor, colaborativo, obediente y siempre dispuesto a echarme una mano.

El miedo a la maternidad


En mi primer embarazo tuve un montón de sensaciones, una mezcla de sentimientos que, imagino, les sucede a todas las madres primerizas. El “miedo a la maternidad” llega y te haces un montón de preguntas: ¿estará todo bien? ¿cómo me organizaré cuando nazca el bebé? ¿cambiará mi relación de pareja? ¿seré buena madre? ¿y mi marido un buen padre? ¿seré capaz de cogerlo? ¿cómo será el sexo después de tenerlo? ¿entenderé qué le ocurre cuando llore?

Y así un largo etcétera de preguntas tras preguntas que surgirán durante todo el embarazo. Las personas del exterior tampoco ayudan mucho, preguntando a cada momento: ¿ya sabéis el sexo? ¿todavía no habéis elegido el nombre? ¿vomitas? Todo el mundo te cuenta su experiencia, todos saben más que tu...¡¡y eso que todavía no ha nacido!! Empiezan los agobios.

Si es vuestro caso, os animo a que disfrutéis, de un modo u otro, de vuestro embarazo, que a ser madre se aprende cada día. Cuando tengáis en brazos a esa personita, todos los miedos irán desapareciendo, y ambos aprenderéis poco a poco. Tenéis que conoceros poco a poco, porque vais a cometer fallos, otras veces acertaréis... Vais a escuchar consejos de todo tipo, algunos de ellos que nada tendrán que ver con vosotros y vuestra forma de ver la maternidad.

También escucharéis otros consejos que seguramente os vendrán genial, leeréis libros, revistas especializadas… Pero lo que os puedo asegurar, es que con amor todo se supera y, poco a poco, los miedos se esfumarán. Tan solo queda disfrutar de ser mamá.